Los educadores/as que suelen realizar proyectos integrando las Siete Inteligencias Múltiples han incorporado una más: la inteligencia naturalista. No obstante, ésta ya fue agregada a las 7 iniciales que conformaban la teoría original por Howard Gardner, concretamente en el año 1995, es decir, 12 años más tarde de la formulación de la teoría. En un inicio, las capacidades de ésta inteligencia se incluían entre la inteligencia lógico-matemática y la inteligencia espacial, atendiendo a aspectos cognoscitivos como la observación, la selección o la clasificación, entre otros.
La inteligencia naturalista es la que está ligada a los sentimientos con la naturaleza, la fauna,... es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar los propios elementos del medio ambiente, tanto del medio urbano como del rural. Normalmente, se suele dar en niños/as que aman los animales, las plantas, que les gusta investigar todo lo relacionado con la naturaleza, etc.
Así pues, los naturalistas suelen tener gran habilidad para observar, identificar y clasificar a los distintos miembros de un grupo o especie. Su campo de observación es el propio mundo natural, donde son capaces de reconocer fauna y flora y, además, de utilizar sus habilidades de una forma productiva en actividades de caza, de conservación de la naturaleza, etc.
Cabe destacar, no obstante, que todos/as ponemos en funcionamiento la inteligencia naturalista al reconocer las distintas especies de nuestro entorno natural. Las interacciones con el medio nos ayudan a desarrollar la percepción de las causas y sus efectos, comportamientos o fenómenos futuros. Un ejemplo de ésto podría ser la observación de los cambios climáticos a lo largo del año y su influencia tanto en humanos, como en animales y plantas.
Como conclusión, es importante mencionar que Gardner formuló que este tipo de inteligencia tiene su origen, casi con total certeza, en las necesidades de los primeros seres humanos, pues la supervivencia dependía, en gran medida, del reconocimiento que éstos hiciesen de las especies útiles y perjudiciales, así como de la observación del clima.
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